miércoles, febrero 26, 2014

AHORRO DE ENERGIA EN SUPERCOMPUTADORAS

Expertos prueban sumergir ordenadores en aceite mineral o fluoroplásticos líquidos, como medida alternativa a los refrigerantes tradicionales.


Para mantener el avance en computación se requiere la búsqueda de fórmulas ecológicas que permitan al mismo tiempo reducir costes en la factura eléctrica. En esta línea los expertos apuntan hacia el enfriamiento por inmersión o sumersión, consistente en sumergir el equipo en líquido. 

Aunque el agua ya se utiliza ampliamente como refrigerante en centros de datos y supercomputadoras, por lo general se canaliza mediante tubos capilares que llegan a la CPU. Los nuevos proyectos de investigación dan un paso más, al sumergir directamente los dispositivos en líquido, sin causar daño aparente y evitando sobrecalentamientos. 

“Desde la Universidad nos advertían que no íbamos a conseguir más potencia, pero aun así queríamos mejorar el rendimiento”, explica el líder del proyecto, Satoshi Matsuoka

Y es que Japón está impulsando la reducción del consumo de electricidad desde el terremoto y tsunami de marzo de 2011, que desencadenaron una crisis de radiación en la planta nuclear Fukushima Daiichi, al norte de Tokio. Otros reactores permanecen inactivos desde entonces, reduciendo la capacidad para generar electricidad de forma pronunciada. 

La tecnología utilizada por el TiTech fue desarrollada por una compañía de Austin, Texas, llamada Green Revolution. Para sumergir el prototipo de superordenador en aceite mineral sólo tuvieron que realizar algunas modificaciones, como eliminar piezas móviles como los discos duros y ventiladores. 

Para poner a prueba la viabilidad del nuevo sistema, lo instalaron en una pequeña caseta contigua al laboratorio de grandes dimensiones, donde ya albergan otro superordenador. Ubicarlo junto a una máquina que genera calor da a los expertos la oportunidad de determinar si el prototipo puede funcionar incluso cuando el aceite se calienta, llegando a alcanzar en verano temperaturas de 95 grados Fahrenheit (equivalente a 35 grados centígrados). 

Este método de enfriamiento de Green Revolution se había utilizado previamente en varios centros de datos, incluyendo instalaciones operadas por el Departamento de Defensa de EEUU. Asimismo, Intel llevó a cabo un estudio del sistema durante un año y detectó que sus servidores no habían sufrido efectos adversos, mientras el consumo de energía se había reducido drásticamente.

En otros lugares los ingenieros están experimentando con otros tipos de líquidos para realizar una tarea similar. Es el caso de Iceotope, una empresa con base en Sheffield, Inglaterra, que sumerge las computadoras en fluoroplástico líquido, en lugar de aceite. En Hong Kong, la empresa Allied Control, que diseña sistemas de refrigeración, ha usado esta tecnología de inmersión para un centro de datos de reciente inauguración. 

A diferencia del agua, ni el aceite mineral ni los fluoroplásticos líquidos utilizados por Iceotope y Allied Control conducen electricidad por lo que, según los expertos, no hay riesgo de cortocircuito del equipo u otro tipo de daño. Por el contrario, se está comprobando que los costos en facturas de energía e infraestructura se podrían reducir a la mitad con estas 
técnicas.

Lo cierto es que ambos están demostrando la posibilidad de mejorar la eficiencia. “No estamos hablando de pequeñas cifras, sino de millones de ahorro cada año”, precisa Peter Hopton ejecutivo de Iceotope. 


FuenteTendencias21

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